La Historia de Raymond Kopa

Raymond Kopa, el genio francés del fútbol, dejó una huella imborrable en la historia del deporte rey. Su vida, su carrera y su impacto en el juego son dignos de exploración y admiración. En este extenso artículo, nos sumergiremos en la fascinante trayectoria de Kopa, desde sus humildes inicios hasta convertirse en una leyenda del balompié.

JUGADORES HISTORICOS

11/30/20236 min leer

Raymond Kopaszewski, más conocido como Raymond Kopa (Nœux-les-Mines, Norte-Paso de Calais; 13 de octubre de 1931 - Angers, Países del Loira, 3 de marzo de 2017), destacó como un futbolista francés de ascendencia polaca y es reconocido como uno de los mejores jugadores en la historia del fútbol europeo. Su carrera brilló especialmente durante su paso por el Stade de Reims y el Real Madrid Club de Fútbol, donde contribuyó significativamente a la conquista de tres títulos de la Copa de Europa con el equipo español.

La UEFA lo distinguió como el mejor jugador de Europa en 1958, mientras que en 1960 fue nombrado el mejor jugador de la Liga Francesa. Además, la revista France Football lo ubicó en el tercer puesto entre los mejores jugadores franceses del siglo XX. A lo largo de su destacada trayectoria, Kopa recibió el Balón de Bronce en dos ocasiones (1956, 1957), el Balón de Oro en 1958 y el Balón de Plata en 1959. Su influencia en el fútbol europeo de mediados de siglo es innegable, y comparte el prestigioso galardón del Balón de Oro con otras leyendas francesas como Michel Platini, Jean-Pierre Papin, Zinedine Zidane y Karim Benzema.

En un emotivo reconocimiento a su legado, la revista France Football instituyó en 2018 el Trofeo Kopa en su honor. Este trofeo se otorga anualmente en París al mejor jugador menor de 21 años, siendo una prueba palpable del impacto duradero que dejó Raymond Kopa en el mundo del fútbol. Su nombre continúa siendo sinónimo de excelencia y talento, y su contribución al deporte rey perdura a través de reconocimientos y distinciones que lo colocan entre los grandes del balompié mundial.

Trayectoria

Inicios en Francia

Nació el 13 de octubre de 1931 en Noeux-les-Mines, en el Norte-Paso de Calais, Francia. Hijo de emigrantes polacos, adquirió la doble nacionalidad franco-polaca en 1949. Desde los dieciséis años, recibía una pensión debido a un accidente que sufrió mientras trabajaba en una mina de carbón en Noeux-les-Mines, al norte de Francia, donde tuvieron que amputarle el dedo índice de su mano izquierda.

Siendo prácticamente un niño, ingresó en el equipo de su localidad natal, donde se convirtió en la figura destacada. En 1949, participó en un concurso nacional de jóvenes jugadores promovido por la Federación Francesa de Fútbol, llegando hasta las finales, aunque no logró la victoria debido a su baja estatura. Curiosamente, esta circunstancia, lejos de perjudicarle, le motivó a afinar y desarrollar otros aspectos como su extraordinaria agilidad e inteligencia.

A los dieciocho años, tuvo que tomar la decisión entre la nacionalidad francesa y el pasaporte polaco. Optó por la primera, y para mayor comodidad, decidió acortar su verdadero nombre, Kopaszewski. Su repertorio de regates, fintas y juego imprevisible le valió el apodo de "Napoleón", en alusión a su gran poder y baja estatura.

Inició su carrera profesional en el SCO Angers, donde permaneció dos años, tiempo suficiente para demostrar su calidad y atraer la atención del Stade de Reims, que se hizo con sus servicios en 1951. En el equipo francés de Reims, jugó en dos etapas, la primera de cinco temporadas, durante la cual ganó dos ligas hasta 1956, año en que se trasladó al Real Madrid, donde cosechó los mayores éxitos de su carrera.

Éxitos internacionales en el Real Madrid C. F.

Su primer encuentro con la camiseta blanca del Real Madrid tuvo lugar durante el homenaje de despedida a Luis Molowny, marcando así el inicio de un vínculo especial entre el club madrileño y la estrella francesa. Curiosamente, su llegada al Madrid ocurrió apenas unas horas después de que, el 13 de junio de 1956, el equipo blanco venciera al conjunto francés en la final de la primera edición de la Copa de Europa. La atracción generada por el juego de Kopa llevó a los directivos del Madrid a fichar al talentoso francés, quien, enfundado en la camiseta blanca, conquistó dos ligas españolas (1957 y 1958) y tres Copas de Europa (1957, 1958 y 1959).

Kopa se enfrentó a la necesidad de adaptarse a una nueva posición en la zona diestra, pero su inteligencia, una de sus muchas virtudes, le permitió asumir el número 7 en su espalda para que Alfredo Di Stéfano continuara siendo la fuerza motriz del Real Madrid. Con elegancia, destreza y refinamiento, asumió el papel de retener el balón cuando su equipo se encontraba bajo presión. Marquitos, compañero de equipo, recordaba: “Bastaba con pegar un pelotazo a Gento o dársela a Kopa, que él la pisaba, y la pisaba, y la pisaba, y nunca la perdía”.

El equipo agradeció su contribución, y Kopa desempeñó un papel fundamental para que el conjunto blanco mantuviera su dominio tanto en España como en Europa. En 1958, fue galardonado con el prestigioso Balón de Oro como el mejor jugador europeo del año. En la historia del fútbol, es probable que haya habido pocos jugadores de ataque tan destacados como Kopa, quien compartió la delantera con figuras como Enrique Mateos, Di Stéfano, Rial, Paco Gento, Joseíto y Ferenc Puskás, aunque la llegada de Puskás coincidió con el último año de Kopa como jugador madridista. Esta delantera, compuesta por Kopa, Rial, Di Stéfano, Puskás y Gento, se convirtió en una formación mítica que dejó una huella imborrable en la historia del fútbol.

Vuelta a su país y retiro

Después de su destacada etapa en el Real Madrid, Kopa regresó al Stade de Reims en 1959, donde nuevamente conquistó dos títulos de liga y permaneció hasta su retiro a los 36 años en 1966, momento en el que se proclamó campeón de la D2 francesa.

Al retirarse en 1966, asumió el rol de entrenador. Desde 1969 hasta 1970, desempeñó la función de asesor técnico de la selección nacional de Francia. Los reconocimientos a su figura legendaria continuaron, siendo elegido el segundo mejor jugador francés del siglo XX por la IFFHS y el tercer mejor jugador francés del siglo XX por France Football. Además, se convirtió en el primer jugador de fútbol francés en recibir la Legión de Honor el 30 de noviembre de 1970.

Vida personal

Conocido como el Napoleón del Fútbol, Raymond Kopa se destaca como uno de los mejores jugadores europeos de todos los tiempos. Su destreza en el campo lo convierte en un futbolista rápido, habilidoso y un maestro en pases y asistencias. Su juego se caracteriza por una gran elegancia, talento e inteligencia, destacando su capacidad para detener el partido con maestría, pisando y escondiendo la bola, y desequilibrar en los momentos cruciales.

Además de su brillante carrera en el fútbol, Kopa demostró su versatilidad al participar en el rally París-Dakar en 1985. Actuó como copiloto de Etienne Smulevici en un Mitsubishi Pajero, logrando clasificarse en el puesto 65 en esta emocionante competición.

La leyenda del fútbol francés y copiloto aventurero dejó un legado imborrable en ambos campos. Su fallecimiento ocurrió el 3 de marzo de 2017 en la ciudad de Angers, Francia, a la edad de 85 años. La huella de Raymond Kopa perdura no solo en los terrenos de juego, sino también en el recuerdo de aquellos que admiraron su habilidad única y su pasión por el deporte.

Selección nacional

Raymond Kopa dejó su huella como internacional representando a la selección de fútbol de Francia en 45 ocasiones, anotando un total de 18 goles. Su participación en la Copa Mundial de la FIFA incluyó dos ediciones destacadas: en 1954, en Suiza, y en 1958, en Suecia, donde su selección alcanzó la tercera posición.

En la Copa Mundial de Fútbol de 1954, celebrada en Suiza, Kopa contribuyó en la primera fase disputando 2 partidos y anotando 1 gol. A pesar de su participación, la selección francesa no logró avanzar más allá de esta etapa.

La edición de la Copa Mundial de Fútbol de 1958, que tuvo lugar en Suecia, marcó otro hito en la carrera de Kopa. En esta ocasión, la selección francesa alcanzó el tercer lugar en el torneo. Kopa jugó en 6 partidos y anotó 2 goles, desempeñando un papel crucial en el exitoso rendimiento de su equipo y contribuyendo al histórico logro de quedar entre los tres primeros en la competición más prestigiosa del fútbol mundial.

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